Otra tarde de mi vida

Hoy es viernes, 29 de octubre de 2010. Esta tarde me he tenido que situar tras el cristal de la oficina de cobros, mi compañera, "la cajera", ha librado y yo la he sustituido en este menester... no me gusta mucho tener que hacerlo y hace 10 minutos estaba deseando que se acabara el día... pero, hace un instante he hablado con mi amiga Josefina y una sonrisa sustituye ahora mi rictus fruncido y mi media mueca de disgusto.

Josefina es única y especial, la clase de persona a la que no se puede dejar de conocer. Esta tarde han celebrado Halloween en su cole (Las Claras de Los Narejos). Dice que todas las seños de su ciclo iban vestidas igual, de vampiras, con un sensual rojo carmesí en los labios y unos tenebrosos ojos negros, al parecer ha sido una tarde muy bonita en la que incluso le han dado un diploma por ser ella, un ser genial.

Además, me ha contado qué le pasó ayer en clase... es una de esas cosas que todos/as soñamos o, al menos, a mí me encantaría que me ocurriese... dice que tiene en clase un buzón de sugerencias y que ayer sus alumnos/as estuvieron levantándose y depositando notas en él. Cuando comenzó a leer se encontró con notas/sugerencias que eran muestras de cariño y afecto de los alumnos hacia su maestra, algunas decían: “eres la mejor”, “te queremos”, “eres la más guapa”, “eres como mi mamá” , incluso una decía “deberían darte el Premio Nobel de la Paz” y había otra con el siguiente mensaje “Cuando la seño lea esta nota nos levantamos todos a abrazarla” y de forma ordenadaza hicieron una cola para hundirse entre los brazos de la seño. Formaron una piña de cariño que a punto estuvo de caerse al suelo. Dos veces estos jóvenes se lazaron a abrazar a Josefina, una persona a la que no se puede dejar de conocer.
Pues sí, está resultando una gran tarde…
De mayor quiero ser Josefina.
Un beso