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Soy nieta,hija,hermana,tita y amiga.La vida me sonrie y vivo la aventura de aprender a ser maestra.Es un sueño que pronto será realidad.Combinar estudio y trabajo es agotador,pero no cambiaría ni un sólo minuto por quedarme durmiendo. Todo es un reto y ya sé, que nadie regala nada.__I've got a wonderful family and I'm living a lifetime adventure training to be a teacher._ J'ai une famille admirable et je vis l'aventure d'étudier pour devenir maître d'école.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Domingo 6 de diciembre de 2009

Llevo dos semanas sin sentarme a contar mis experiencias…
No es por falta de ganas sino, quizás, por falta de inspiración o de tiempo.
El 20 de noviembre fue el día de “Los derechos del niño” y Manuel preguntó a los alumnos que era eso de los derechos y algunas de las respuestas fueron:
- Dº a que nos protejan.
- Dº a los regalos.
- Dº a cuidar a nuestros hijos. (En este caso el tutor se vio obligado a preguntarle al crío si el tenía hijos, por si alguien lo dudaba, la respuesta que dio fue que no).
- Dº a que mamá nos haga obligatoriamente de comer. (Este comentario fue realizado por un niño, no sé si sabrá qué es “el machismo”. ¿Será muy joven para explicarselo?)
- Dº a que nos den una fruta que nos guste.
- Dº de ir al cole.
- Ay, se me ha olvidado.
- Dº a mirar para que no vengan coches.
- Dº a hacer deporte.
- Dº a celebrar nuestro cumpleaños.

En fin, ya podéis haceros una idea de sus prioridades.

Cuando se trabaja en clase cualquier actividad hay que estar preparado para las respuestas más originales o sorpresivas que uno se pueda imaginar. Por ejemplo, un día trabajando con el libro salió una adivinanza cuya respuesta era “el pijama”, y rápidamente uno de ellos levantó la mano para contar el día que fue al Mercadona en pijama y zapatillas… Evidentemente es mejor no contar ningún secreto delante de estos pitufos.

Algo que siempre me llama la atención son las crisis de patio: por ejemplo, en la carrera nunca nos prepararon para una cría que te llega llorando porque se acaba de tragar un diente mientras se comía el bocadillo. ¿Qué hacer en un momento tan importante de su vida?
Otra crisis de patio llevada a clase es el tema de con cuántas personas es capaz de jugar Andrea a la vez… En clase hay dos hermanas mellizas (no son idénticas), y Andrea sólo puede jugar con una de ellas, según sus propias palabras “yo no puedo jugar con las dos a la vez, sólo con una y es que Marta me persigue” y entonces una de las hermanas levanta la mano para decir “Es que mi mamá me dice que juegue con mi hermana, me puedo perder”. (¿No creéis que es difícil perderse en un patio del colegio? ¿Y esa Andrea que sólo puede hablar con una niña cada vez?)

Veo progresos en el trabajo realizado con Jonathan y Juan de Dios, y con Ángel los progresos se paralizaron tras una semana en casa por la gripe.

Ahora sí estoy en una nube, una nube de felicidad y satisfacción porque todo ha merecido la pena. Por fin me siento maestra. El no haber hecho ningún practicum me generaba mucha incertidumbre y me preguntaba si esta profesión era la adecuada para mí, dudaba de si podría manejarme con los niños y hoy, puedo decir con seguridad que es la profesión de mi vida y que me encanta trabajar con mis pequeños estudiantes. Ahora que tengo la confianza de ellos, es tan asombroso verlos acudir a mí en busca de ayuda o consejo, cómo reclaman mi atención aunque Manuel esté presente. Es una sensación grandiosa, sentirme parte de sus vidas y de su aprendizaje.
Manuel, mi tutor de cole, también me ha ayudado mucho y sus palabras me dan confianza en mi misma y en lo que hago. Me suele decir que si él no viniese a clase yo podría hacerme cargo, dice que se me ve suelta, que tengo iniciativa y que se me nota haber vivido, la experiencia de la vida. (¡Qué vieja soy! Jijiji)
Y, quizás, la frase que más me gusta es: “ya te echo de menos y todavía no te has ido”.
En fin, que se me cae la baba. ¿Se entiende por qué, no?

De Manuel lo más importante que he aprendido es su serenidad, cómo enfrentarse a una clase con paciencia y sosiego.
La cuenta atrás ha comenzado y el viernes se acaba el practicum. Voy a echar de menos a los peques. ¡Qué penita!

Muchos besos y hasta otro ratito.
 
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