

No me gusta contar historias tristes en el blog… quiero buscarle la punta a todo e intentar esbozar una sonrisa pues, es más saludable que dar un disgusto o provocar una lágrima.
Hoy quiero rendir homenaje a mi abuelo, Don Francisco Escribano Martínez. Ha fallecido el pasado 8 de enero a la edad de 98 años, faltaba una semana para cumplir los 99.
Creo que ha vivido una vida larga y buena. Ha sido genio y figura hasta el final, se ha ido con dignidad y quiero pensar que en paz. Estaba acompañado por mi tita Mari Carmen, mi hermano Manuel y por mí. Era un padre y abuelo querido. ¡Pensábamos que iba a ser eterno! Nos hemos sentido muy orgullosos de tener un abuelo tan longevo y con esas ganas de vivir. Este verano los veíamos dar sus paseos matutinos por el carril antes de que el calor lo agobiase. Estaba atento a lo que pasaba a su alrededor y le gustaba preguntar y hacer saber al mundo que él estaba ahí.
Fumó Ducados durante años hasta que un día decidió dejarlo, sin más ayuda, ni médicos ni parches ni historias… y tomaba su vaso de vino con las comidas.
Lo recuerdo trabajando en la huerta, regando, montando en bicicleta para ir al pueblo o cuando mi hermano era pequeño, lo paseaba en la carretilla. Y cuando mis padres celebraron sus bodas de plata iba hecho un dandi con su traje.
Y las tardes de verano sentado en la esquina con abuela escuchando a Elena Francis. O aquel invierno en que se helaron los limones y las naranjas, y todos pelamos para vender las cortezas. O cuando hice mi casa y tuve el problema con el vecino, como defendió mis intereses y le recordó a este señor que buscara los metros que decía le faltaban en el cementerio.
Y, por cierto, participó en uno de los anuncios que hice para una de mis asignaturas y que aparecen en el blog.
Abuelito, te vamos a echar mucho de menos. Da recuerdos a todos de nuestra parte.
Hoy quiero rendir homenaje a mi abuelo, Don Francisco Escribano Martínez. Ha fallecido el pasado 8 de enero a la edad de 98 años, faltaba una semana para cumplir los 99.
Creo que ha vivido una vida larga y buena. Ha sido genio y figura hasta el final, se ha ido con dignidad y quiero pensar que en paz. Estaba acompañado por mi tita Mari Carmen, mi hermano Manuel y por mí. Era un padre y abuelo querido. ¡Pensábamos que iba a ser eterno! Nos hemos sentido muy orgullosos de tener un abuelo tan longevo y con esas ganas de vivir. Este verano los veíamos dar sus paseos matutinos por el carril antes de que el calor lo agobiase. Estaba atento a lo que pasaba a su alrededor y le gustaba preguntar y hacer saber al mundo que él estaba ahí.
Fumó Ducados durante años hasta que un día decidió dejarlo, sin más ayuda, ni médicos ni parches ni historias… y tomaba su vaso de vino con las comidas.
Lo recuerdo trabajando en la huerta, regando, montando en bicicleta para ir al pueblo o cuando mi hermano era pequeño, lo paseaba en la carretilla. Y cuando mis padres celebraron sus bodas de plata iba hecho un dandi con su traje.
Y las tardes de verano sentado en la esquina con abuela escuchando a Elena Francis. O aquel invierno en que se helaron los limones y las naranjas, y todos pelamos para vender las cortezas. O cuando hice mi casa y tuve el problema con el vecino, como defendió mis intereses y le recordó a este señor que buscara los metros que decía le faltaban en el cementerio.
Y, por cierto, participó en uno de los anuncios que hice para una de mis asignaturas y que aparecen en el blog.
Abuelito, te vamos a echar mucho de menos. Da recuerdos a todos de nuestra parte.
TE QUEREMOS.
Hola Noelia,
ResponderEliminar¿Eres de Beniaján?
Porque he reconocido al chico que está contigo en la foto, con tu abuelo.
Siento que hayas perdido a tu abuelo.
Soy de Beniaján, aunque por trabajo no vivo allí.
He encontrado tu blog a través de mi sitio web:
http://platea.pntic.mec.es/~cvera/index.html
Bon courage pour ton stage!